Inmunodeficiencia Variable Común (CVID)

¿Qué es la inmunodeficiencia variable común (CVID)?

La CVID es un trastorno de la inmunodeficiencia que se caracteriza por un nivel de anticuerpos bajos, lo que dificulta que el cuerpo del niño pueda combatir las enfermedades. Por lo tanto, el niño desarrolla infecciones recurrentes. El trastorno puede manifestarse durante la infancia, la niñez, la adolescencia o incluso en la edad adulta. Los síntomas de este trastorno son muy diferentes en cada niño afectado, razón por la cual se denomina "variable" a este grupo de trastornos.

¿Cuáles son las causas de la CVID?

Se desconoce la causa de este trastorno. En algunos casos, más de un miembro de una familia puede estar afectado, mientras que en otros casos esta condición no se presenta. En la persona afectada disminuye la cantidad de inmunoglobulinas (anticuerpos), que son producidas por el cuerpo y necesarias para combatir las infecciones.

¿Cuáles son los síntomas de la CVID?

A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la CVID. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:

  • Infecciones recurrentes que pueden afectar los oídos, los senos paranasales y los pulmones (cuanto más frecuentes sean estas infecciones, mayor es el riesgo de cicatrización y daño permanente en los pulmones y las vías respiratorias).

  • Inflamación en las articulaciones de las rodillas, los tobillos, los codos o las muñecas.

  • Trastornos estomacales e intestinales.

  • Mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cánceres.

¿Cómo se diagnostica la CVID?

El diagnóstico de la CVID se suele confirmar con el examen físico y la historia médica completa. Además, pueden realizarse varios análisis de sangre para confirmar el diagnóstico.

Tratamiento para la CVID

El tratamiento específico de la CVID será determinado por el médico de su hijo basándose en lo siguiente:

  • La edad de su hijo, su estado general de salud y su historia médica.

  • Qué tan avanzada está la enfermedad.

  • La tolerancia de su hijo a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.

  • Sus expectativas para la trayectoria de la enfermedad.

  • Su opinión o preferencia.

El tratamiento puede incluir:

  • Terapia con inmunoglobulina: pueden administrarse infusiones intravenosas de inmunoglobulina (anticuerpos) para aumentar el sistema inmunológico del niño y reponer las inmunoglobulinas necesarias.

  • Medicamentos, según lo prescriba el médico de su hijo.

  • Análisis de sangre de rutina. 

  • Drenaje postural de los pulmones (que alivie las infecciones pulmonares y facilite la extracción de secreciones).

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